El matrimonio entre Miguel Ángel y sus esculturas de mármol

Las esculturas de mármol son uno de los grandes elementos que engrandecen la decoración de jardines. A lo largo de los años ha alcanzando una variedad notable gracias a la destreza de los artistas del pasado. Entre ellos, Miguel Ángel es uno de sus referentes más esenciales y en Collection World queremos hacer un repaso de sus grandes obras escultóricas.

La figura de Miguel Ángel (Michelangelo Buonarroti, en italiano) es la de un artista total que cambió el curso de todas sus disciplinas en las que se desempeñaba, pues es igualmente valorado por sus obras escultóricas, arquitectónicas y pictóricas, lo que da buena cuenta de sus innumerables cualidades.

Entre el mecenazgo de la familia Médici de Florencia y la Iglesia de Roma, Miguel Ángel recibió numerosos encargos que ejecutó con maestría, creando escuela en un estilo caracterizado por su perfeccionismo en la representación humana.

Entre todas las artes, la escultura fue su predilección, aunque una de sus obras cumbre son los frescos de la Capilla Sixtina de El Vaticano, lo que es un vivo ejemplo de sus portentosas cualidades.

Dado que la decoración de jardines se nutre del trabajo que, a lo largo de los años, escultores como Miguel Ángel han sido capaces de cultivar. Por ello, hoy en Collection Word queremos hablarte sobre las imponentes características de sus esculturas de mármol más reseñables, cuyas réplicas, en algunos de los casos, podrán ser trasladadas a tu jardín, o ser empleadas en otros ámbitos ornamentales.

1. El David

Sin duda alguna, el David de Miguel Ángel es la gran obra maestra del Renacimiento, un movimiento artístico que revolucionó el arte en Europa entre los siglos XV y XVI. Esta figura, actualmente expuesta en la Galería de la Academia de Florencia se caracteriza por la perfección en las formas.

Representa a la figura del rey David en los momentos previos de su combate contra Goliath y fue encargada para representar el poderío de Florencia ante los Estados vecinos. Probablemente, hoy es uno de los mayores símbolos del arte mundial y ha inspirado a infinidad de obras.

2. El Moisés

Ubicada en la capilla romana de San Pietro in Vincoli, el Moisés es otra de las obras escultóricas más celebradas de Miguel Ángel. Originalmente e ideada para adornar la tumba del papa Julio II en El Vaticano, esta obra es un vivo ejemplo de la solemnidad y la fortaleza de las esculturas renacentistas.

Representa al patriarca Moisés con cuernos, agarrando con una mano las Tablas de la Ley y su barba con la otra. Más allá de su anatomía exuberante, la obra destaca por la naturalidad en el movimiento, algo en lo que Miguel Ángel fue pionero respecto a movimientos artísticos posteriores.

3. La Piedad

Se trata de otra de las esculturas de mármol más paradigmáticas de este periodo, de nuevo de la mano del gran Miguel Ángel. Ubicada en la Basílica de San Pedro de El Vaticano, probablemente sea una de las obras más delicadas del célebre artista italian0.

A partir de esta obra, todos los imagineros tomaron este modelo como base para idear una piedad. No obstante, muchos expertos consideran que ningún imaginero ha sido capaz de acercarse a la armonía y ternura de este conjunto escultórico.

Gracias a estas esculturas de mármol, la decoración de jardines e interiores puede disfrutar de una gran versatilidad en nuestros días e incluso servirse de algunas réplicas de estas figuras que tantos beneficios han traído al arte. ¡No te lo pienses más y apuesta por alguna de ellas!